lunes, 10 de junio de 2013

A BAILAR !!!!!


Me acabo de topar con la noticia del diario de burgos en la que cuenta, que el dia 20 de Junio, Sara Baras presenta en Burgos su última propuesta, LA PEPA, en homenaje a las Cortes de Cádiz (1971). Os dejo la noticia para que la leaís:


«Yo lo quiero bailar todo»

Dice uno de los más reputados críticos flamencos que Sara Baras «es el baile», que es una artista que no necesita acompañarse de un gran montaje o de un vestuario vistoso para resultar espectacular. La más internacional bailaora flamenca presentará el próximo día 20 en Burgos su última propuesta, La Pepa, un homenaje a las Cortes de Cádiz

Destila pasión y entusiasmo por la vida y por su arte Sara Baras (Cádiz, 1971), la bailaora flamenca más internacional, una mujer que cada día se pondría un traje diferente para bailarle al sol, al cielo, a la luminosa bahía de su niñez, al amor que siente por su hijo, a todas las cosas hermosas que la rodean. El día 20 de junio desembarca con su compañía en el Fórum Evolución (entradas a 30, 40 y 45 euros), donde llevará a escena su último espectáculo, La Pepa, un homenaje a la Constitución de Cádiz, madre de las cartas magnas más liberales de Europa.
Lleva al flamenco La Pepa, ¿cómo se pone en escena algo así?
Fue difícil concebir el espectáculo, imbuirse de aquel Cádiz, de su energía, de la importancia de contar un hecho tan importante... Pero lo hicimos. Cuanto sucedió está contado, pero sobre todo está esa energía positiva, esa alegría que caracteriza este rincón de España.En la forma de interpretar, de bailar, de sentir, se nos nota que no sólo lo defendemos, sino que es lo que somos. Eso es lo que diferencia este espectáculo de otros.
Para una gaditana como usted, representar a La Pepa será algo especial
La verdad es que para mí ha sido un regalo personal y profesional. Adoro esta tierra, y se nota en mi forma de bailar.Poder estudiar, investigar y meterte de lleno en algo que pasó aquí, que fue importante y que te permite descubrir muchas cosas, es algo maravilloso. No hay nada como interpretar algo que quieres. Y creo que todo el equipo está muy sensibilizado y orgulloso de nuestra Pepa, de que Cádiz sea cuna de la libertad. Y de poder aportar nuestro granito de arena con el alma del flamenco.
La Pepa es un referente de la libertad, ¿tiene hoy más sentido que nunca este espectáculo, en un momento en el que muchas de nuestras libertades conquistadas parecen amenazadas?
Sí, creo que todavía se valora más. Y es un espectáculo que contagia energía, que te contagia del carácter de aquellas gentes, que fue admirable por su lucha, por su esperanza.
¿Qué aporta el flamenco a ese grito de libertad?
El flamenco es justamente eso: libre.El flamenco es verdad, sale de dentro. Cuando investigábamos para hacer el espectáculo yo sentía que la Pepa tenía que bailar flamenco seguro, tenía que bailar bien por alegrías, porque verdaderamente el flamenco tiene todo eso. Por supuesto que tiene dureza, tristeza y lo más profundo de la vida, pero también alegría, aire puro. Los flamencos tenemos la obligación de sentirnos libres. Si no se siente no hay flamenco.
Ha sido Juana la Loca, Mariana Pineda, Carmen, ahora la Pepa... Encuentra mucha inspiración en el pasado.
Sí, es cierto. Aunque La Pepa fue un encargo de la Diputación de Cádiz, todos los demás personajes han sido elegidos con libertad.Pero es que son personajes que me gustan mucho, mujeres valientes, fuertes, que anteponen sus sentimientos y su forma de pensar por encima de todo, y pelean por ello. Creo que además al flamenco le va muy bien. Es cierto que hay que estudiar y exige una técnica, pero de nada valdría si cuando se alza el telón no te dejas llevar por lo que sientes, y estos personajes ayudan a que la forma de interpretarlos vaya con el flamenco. El flamenco tiene tanta fuerza que podrías bailarlo todo, dar vida a la los personajes que quisieras. Y La Pepa lleva un poco de Carmen, de la Pineda, de Juana...
Habla de libertad, verdad, sentimiento... ¿Eso es lo que diferencia el flamenco de otras artes?
Sí.La diferencia del flamenco es su verdad. No hay manera de disfrazarlo. Es algo que, si no lo sientes, no lo puedes hacer por mucho técnica o trabajo; además, si no sale de dentro no transmites. Cuando vamos por ahí fuera actuamos para gente que no ha visto nunca flamenco y les llega directamente al corazón.Eso es algo maravilloso.
¿El baile es algo natural o exige mucha técnica?
Una mezcla. Cuando empiezas lo haces de forma natural. Yo aprendí con mi madre, era de esas maestras que te dejaba libertad, aunque me corrigiera. No me hacía imitar movimientos, sino sacarlos de mí.Eso es lo más interesante cuando empiezas. La clave es llegar a un nivel técnico que te permita dejarte llevar por lo que sientes para que tu lenguaje sea más amplio y no sea estudiado, sino que salga de dentro.
¿Se transforma cuando sube a un escenario?
Sí. Cuando después vemos las funciones para corregir cosas a menudo me digo: ¿pero eso qué es? Como que me salieran cosas... Y una actitud que demuestra cómo te transformas.
Lleva ya 15 años sobre un escenario, desde su debut con sueños. ¿Ha cambiado mucho?
Lo que más me ha cambiado es ser madre, y mira que he aprendido de los más grandes del flamenco. La maternidad ha cambiado mi sensibilidad.A la hora de pisar un escenario lo haces con un peso, artístico y como mujer, distinto. Da una seguridad diferente...
Más serenidad...
Eso es. Desde que soy madre soy más serena y me siento más segura. Cierro los ojos e intento sentir hasta el silencio, que es algo mágico, y me lleno de fuerza.
¿Qué le inspira?
Cualquier cosa me inspira. Cualquier cosa buena. El colorido... Todo, todo. Vivir alrededor del peque, la forma de aprender, de enseñarle... todo eso inspira. Y todo lo que quiero bailar. Esa ilusión no la pierdo.
En los últimos años ha habido una gran evolución en el mundo del flamenco, se han explorado nuevos caminos, se han hecho fusiones... Eso ha sido alabado y a la vez criticado por los puristas, por considerarse que iba contra lo clásico, la tradición...
Es muy importante sentirse libre, pero hay que respetar la tradición, no olvidar a los maestros ni de dónde venimos. Este arte es muy amplio, y el abanico es grande. La personalidad de cada artista revela esa diversidad.
Lorca decía que el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. ¿Y la danza?
Qué bonito, eso... La danza es la persona que habla sin palabras. Es el lenguaje del cuerpo y el que más libertad tiene. Es dibujar y pintar con tu cuerpo lo que te dé la gana, y con una magia muy grande. Y cuando el baile se comparte, ese diálogo es bestial. Es todavía más intenso, es hablar, es soñar que tus palabras son tan largas como tus brazos. Y, en el flamenco, con la música de los pies... Yo a veces pienso en cómo se desahoga la gente que no baila, cómo viven sin el baile...

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